Recomendaciones en base a la experiencia vivida en el Camino

Tratando de aprovechar la experiencia de haber caminado por el Primitivo aquí dejo una serie de consejos que pueden ser de utilidad, dejando claro que no siempre las mismas cosas valen para todo el mundo, pero en mi caso todas estas que comento si me resultaron útiles.

• Tres mudas de ropa son las recomendadas (ropa interior, calcetines, camisetas), por si alguna de ellas no se seca a tiempo no quedarnos sólo con lo puesto.

• Intentar dormir en literas próximas a enchufes para poder cargar móviles, cámaras…; si es posible que estén cerca de radiadores, donde colgar y secar la ropa más rápidamente.

• Tratar de lavar la ropa nada más llegar al albergue. Cuando antes lo hagamos más fácil será que se nos seque para el día siguiente.

• Por la noche, antes de irnos a dormir, es interesante dejar la ropa a emplear al día siguiente preparada y la mochila lo más recogida posible; de esta manera molestaremos lo mínimo posible a los peregrinos que aún duerman.

• Si hay que dejar pagada la factura del albergue (a tener en cuenta en privados) mejor hacerlo la noche anterior; de este modo por la mañana no habrá que cumplir con el trámite y podremos iniciar la marcha cuando nos apetezca sin tener que esperar a liquidar cuentas con el hospitalero que puede ser que no esté disponible tan temprano como podamos requerir su presencia.

 

• Conviene llevar una “minidespensa” en la mochila (sin exagerar) con productos de la tierra (queso, chorizo, salchichón…). Un almuerzo o picoteo parando en un lugar de belleza natural incomparable no tiene precio.

• Unos sobres de azúcar en la mochila nos pueden salvar de algún bajón o “pájara” momentánea, apenas pesan y aportan glucosa rápida.

• Es recomendable tener información de los puntos de agua en el Camino para no quedarse sin hidratación; de todos modos cualquier paisano nos rellenará la cantimplora si se lo pedimos amablemente.

• Hacer una comida de cuchara al día es imprescindible: para recargar las baterías de nuestro cuerpo y poder disfrutar de la gastronomía y menús del peregrino de estas tierras.

• Si no vamos a caminar más después de comer, aprovechar estos días para los festines gastronómicos. Andar con la panza llena después de comidas pantagruélicas se convierte en pesado y frustrante.

• Untar los pies de vaselina antes de comenzar a caminar es un buen remedio para evitar rozaduras y fricciones que puedan originar ampollas. Si es necesario repetir la aplicación durante el desarrollo de la etapa.

• Si hace calor y se suda mucho cambiar los calcetines húmedos por otros secos a lo largo de la etapa. Evita que la piel se ablande y dificulta la aparición de ampollas.

• El calzado con Goretex (a no ser que sea pleno verano) es imprescindible en esta zona del Norte de España. Aunque no llueva el rocío mañanero en la hierba de las estrechas sendas puede mojar nuestros pies.

• Si ha llovido durante la etapa y tenemos las zapatillas/botas húmedas, rellenarlas con bolas de papel de periódico ligeramente prensadas; a la mañana siguiente estarán completamente secas.

• Cada uno sabe lo que mejor le va para tratar las ampollas. Por mi experiencia creo que lo ideal es pincharlas con aguja esterilizada y dejar un hilo dentro, la ampolla no se hace más grande y se drena el líquido de su interior. Hay que tener en cuenta que el día siguiente hay que seguir caminando.